MARTIN SCORSESE AFIRMA QUE ROTTEN TOMATOES ES DAÑINO PARA EL CINE

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Rotten Tomatoes ha sido motivo de polémica desde hace varios años: algunos creen que su sistema sólo es benéfico para los usuarios que desean conocer la opinión conjunta de la crítica especializada. Sin embargo, hay quienes creen que el sitio puede tener una influencia negativa en las audiencias y resultar dañino para las producciones.

Debido la importancia ,compartimos este material publicado por la pagina CinePremiere

Para el cineasta, Rotten Tomatoes no comprende que “las buenas películas no son hechas para decodificarse, consumirse o comprenderse instantáneamente”.

Martin Scorsese Rotten Tomatoes

Esta controversia se intensificó tras un pobre verano cinematográfico, el cual provocó malestar general en Hollywood. Como prueba sólo basta recordar una reciente publicación de The New York Times en que Brett Ratner señalaba que Rotten Tomatoes “es la destrucción de nuestro negocio”. El autor del texto también aseguraba “el ejecutivo en jefe de una importante compañía fílmica me miró a los ojos y declaró tajante que su misión es destruir al sitio de críticas”.

Pensábamos que esta molestia se limitaba a todos aquellos cuyas producciones han sido duramente atacadas por la crítica. Al menos hasta que Martin Scorsese, considerado uno de los grandes directores de todos los tiempos y responsable de auténticas joyas como Taxi DriverBuenosmuchachos (Goodfellas) y Los infiltrados (The Departed), escribió una carta en la que manifiesta abiertamente su inconformidad.

Cuando me gradué de la escuela, pensé ‘genial, no más calificaciones’. Eso fue antes de mi primer preview. Como cualquier director podría decirles, los previews son experiencias brutales. A veces, son realmente hirientes. Los ejecutivos de los estudios usaron las reacciones negativas del público de ese screening para machacar una película.

Y entonces, cuando la película está hecha, llegan las reseñas. Como todos, he recibido críticas positivas y negativas. Obviamente estas últimas no son divertidas, pero son parte de esto. Sin embargo, diré que en el pasado, cuando algunos críticos tenían problemas con una de mis películas, solían responder de una manera considerada, con situaciones que se sentían obligados a comentar.

En los últimos 20 años o algo así, muchas cosas han cambiado en el cine. Esos cambios han ocurrido en todos los niveles, desde la manera en que las películas son realizadas hasta cómo son vistas y discutidas. Mucho de estos cambios han tenido aspectos buenos y malos. Por ejemplo, la tecnología digital ha permitido que los jóvenes hagan películas de manera inmediata y con completa independencia; por el otro lado, la desaparición de proyectores de 35mm de la mayoría de los cines es una verdadera pérdida.

Existe otro cambio que, considero, no tiene nada positivo. Empezó en los 80 cuando la taquilla empezó a convertirse en la obsesión de la actualidad. Cuando era joven, los reportes de taquilla estaban confinados a diarios de la industria como The Hollywood Reporter. Ahora, me tempo que se han convertido… en todo. La taquilla está presente en casi todas las discusiones cinematográficas y frecuentemente es más que eso. El brutal juzgamiento que ha convertido la recaudación de apertura en un espectador sediento de sangre parece haber afectado aún más en las reseñas de las películas. Estoy hablando de firmas que realizan investigaciones de mercado como Cinemascore, que comenzaron en los 70 y agregadoes online como Rotten Tomatoes que no tienen nada que ver con la crítica. Califican una película como alguien calificaría un caballo en una carrera, un restaurante en una crítica o un electrodoméstico en un reporte del consumidor. Tienen todo que ver con el negocio fílmico y absolutamente nada que ver con la creación o contemplación inteligente de la película. El realizador es reducido a un creador de contenidos y el espectador a un simple consumidor.

Estas firmas y agregados han impuesto un tono hostil hacia realizadores serios –incluso el nombre de Rotten Tomatoes (Tomates Podridos) es ofensivo. Y como la crítica escrita por gente apasionada, comprometida y con verdadero conocimiento de la historia del cine se ha diluido, parece que cada vez hay más voces sumidas en el juzgamiento, gente que parece sentir placer en el rechazo de las películas y sus directores, en algunos casos destrozados. Algo como la multitud desesperada y sedienta de sangre hacia el final de ¡madre! de Darren Aronofsky.

¿Es una película que debe ser explicada? ¿Qué de la experiencia de verla? Es tan táctil, tan bellamente orquestada y actuada – la cámara subjetiva y los ángulos invertidos desde el punto de vista, siempre en movimiento… el diseño de sonido, que se acerca al público desde esquina y le adentra cada vez más en la pesadilla… el desarrollo de la historia, que se torna cada vez más perturbador conforme avanza la película. El horror, la comedia negra, los elementos bíblicos, la fábula– todos están ahí, pero son elementos de una experiencia absoluta. Sólo un verdadero, apasionado cineasta podría haber hecho esta película, que aún experimento semanas después de verla.

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Las buenas películas de verdaderos cineastas no son hechas para decodificarse, consumirse o comprenderse instantáneamente. No están hechas para gustar al momento. Sólo son hechas porque la persona tras la cámara debía hacerlas. Y como todos los familiarizados con la historia del cine sabe, hay una larga lista de películas que fueron rechazadas en su estreno y se convirtieron en clásicos. Las evaluaciones del tomatómetro y las calificaciones de Cinemascore se irán dentro de poco. Quizá serán superadas por algo peor.

Martin Scorsese parece haberlo dicho todo tras arremeter duramente contra cualquier agregador de críticas, los periodistas incapaces de procesar ciertas películas e incluso las audiencias que se han convertido en simples consumidores. Sin embargo, el cineasta  olvida los estudios que han priorizado los blockbusters por encima de otras propuestas o que atentan contra la originalidad en beneficio de remakesreboots, secuelas y precuelas o que extienden franquicias basándose única y exclusivamente en la recaudación global.

Finalmente destacamos que existen diferentes estudios sobre el impacto de sitios como Rotten Tomatoes: algunos concluyen que las evaluaciones no influyen en las opiniones del público, pero otros aseguran todo lo contrario. La única certeza por ahora es que el acumulado del tomatómetro seguirá generando polémica por un buen rato.

CINEPREMIERE, Jueves 12 de Octubre de 2017.

 

 

 

 

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